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Estilos de vida saludable para la prevención del cáncer colorrectal

Updated: Mar 14

Rosemarie Acevedo RDN CSG LND


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Marzo es el mes de concientización sobre el cáncer colorrectal, una oportunidad para recordar la importancia de su prevención y tratamiento. Este tipo de cáncer se origina en el colon o en el recto y tiene un impacto significativo en la población latina, siendo una de las principales causas de muerte relacionadas con el cáncer.


Adoptar hábitos de vida saludables puede reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Entre los factores de riesgo del cáncer de colon existen algunos que no podemos modificar, pero otros sí se asocian con nuestro estilo de vida. Una alimentación saludable es uno de los aspectos clave que podemos mejorar. Se ha identificado que una dieta deficiente, el consumo excesivo de calorías, la ganancia de peso, la inactividad física y el consumo elevado de alcohol aumentan el riesgo de padecer esta enfermedad.


El consumo elevado de carnes procesadas y carnes rojas se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de colon. Las carnes procesadas son aquellas que han sido curadas, ahumadas o preservadas con aditivos químicos. Algunos ejemplos son; el salami, tocino, mortadela, pastrami, hot dogs, salchichas y otros embutidos. Se recomienda reducir su consumo al mínimo o evitarlas por completo. En cuanto a las carnes rojas, se sugiere no exceder las 18 onzas semanales y evitar cocinarlas a temperaturas muy altas o con partes quemadas. Optar por otras fuentes de proteína como pescado, pollo, pavo, mariscos y proteínas vegetales es una alternativa más saludable.


Por otro lado, hay alimentos que pueden ser aliados en la prevención del cáncer colorrectal. La fibra desempeña un papel fundamental en la salud intestinal. Se encuentra exclusivamente en los alimentos de origen vegetal, como frutas frescas, vegetales, cereales integrales, legumbres, semillas y nueces. La fibra contribuye a mantener un tránsito intestinal saludable, previniendo el estreñimiento y la inflamación, además de facilitar la eliminación de toxinas y promover una microbiota intestinal equilibrada. Para aumentar su consumo, se recomienda ingerir al menos cinco porciones de frutas y vegetales al día (aproximadamente 400 g o 14 oz). Algunas estrategias pueden incluir consumir frutas como postre en las comidas principales y llenar al menos la mitad del plato con vegetales. La cantidad recomendada de fibra diaria es de 20-25 g para mujeres y 30-38 g para hombres.


Por último, evitar el sedentarismo es clave para la prevención del cáncer. Pasar largas horas sentado, ya sea en el trabajo, viendo televisión o en el transporte, tiene un impacto negativo en los niveles de insulina, la inflamación y la acumulación de grasa abdominal. Esto incrementa el riesgo de enfermedades crónicas, incluido el cáncer. Para reducir este riesgo, es recomendable moverse con frecuencia y evitar estar sentado por períodos prolongados. La Sociedad Americana del Cáncer sugiere realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana.


Pequeños cambios en la alimentación y el estilo de vida pueden hacer una gran diferencia en la prevención del cáncer colorrectal. ¡Empieza hoy mismo a cuidar tu salud!




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